¿Qué es la nube privada?

A medida que las organizaciones buscan aprovechar el cloud computing empresarial, sus opciones principales son las ofertas o de nube pública o privada. Mientras que los proveedores de nube pública promueven constantemente las numerosas ventajas de este tipo de nube, las ventajas de la tecnología de nube privada son menos conocidas. Esta breve introducción a la nube privada ofrece una descripción general de la tecnología y sus ventajas para las organizaciones y los equipos de TI.

La nube privada es un entorno de cloud computing que sirve a un único cliente. Mientras que los servicios de nubes públicas están disponibles a través de una conexión a Internet para cualquier organización, solo los usuarios de la organización propietaria pueden acceder a una nube privada. Combinando las ventajas de la nube pública con la seguridad y el control de la infraestructura local, una nube privada se puede alojar en el centro de datos de una organización, en instalaciones de terceros o a través de un proveedor de nube privada.

La nube privada se basa en las mismas tecnologías que la nube pública. La tecnología de virtualización permite combinar recursos informáticos de una amplia gama de hardware físico, creando un depósito compartido de recursos al que los usuarios pueden acceder fácilmente. Las tecnologías de gestión y coordinación proporcionan un control centralizado del hardware y el software, y la automatización permite distribuir los recursos de la nube a través del autoservicio. Sin embargo, a diferencia de una nube pública multicliente, en la que varios clientes utilizan recursos virtualizados que existen en el mismo servidor, una nube privada es un entorno de un solo cliente. Por lo tanto, una organización que utilice una nube privada nunca tendrá que competir por los recursos con otros clientes.

Además de las ventajas generales del cloud computing, un entorno de nube privada ofrece ventajas adicionales.

Mayor seguridad. Mientras que las nubes públicas ofrecen medidas de seguridad avanzadas para proteger los datos frente a robos y pérdidas, las nubes privadas proporcionan un control total sobre los datos y la infraestructura informática. Además, los proveedores externos no pueden acceder a los datos de una nube privada, ya que pueden estar dentro de una nube pública.

Rendimiento mejorado. Con una nube privada, las cargas de trabajo de la organización no compiten por los recursos con las cargas de trabajo de otros clientes.

Costes predecibles. Los costes de una nube privada tienden a ser más transparentes y predecibles que los precios de la nube pública.

Valor a largo plazo. Aunque el coste de crear una infraestructura de nube privada puede requerir costes iniciales considerables, esta inversión puede generar dividendos significativos con el tiempo gracias a la mejora del rendimiento.

Personalización más sencilla. Dado que las nubes privadas ofrecen un control total sobre la arquitectura y las operaciones de los recursos de la nube, las organizaciones pueden personalizar más fácilmente las implementaciones de nube privada según sus necesidades.

Control en materia normativa. Para las empresas de sectores muy regulados, la infraestructura de nube privada puede facilitar el cumplimiento de las estrictas normativas relativas al almacenamiento y uso de datos confidenciales.

Uso mejorado. La virtualización en una nube privada mejora la utilización de los recursos al permitir que los servidores infrautilizados estén disponibles para cualquier carga de trabajo en cualquier parte de la organización.

Compatibilidad con tecnología heredada. Las nubes privadas pueden ser una mejor opción para las aplicaciones heredadas que no se pueden migrar fácilmente a una nube pública.

Gastos de capital. Si bien las nubes públicas ofrecen acceso inmediato a los recursos de cloud computing sin gastos de capital, la creación de una nube privada puede suponer gastos importantes de software y hardware, y puede requerir un plazo de entrega considerable.

Límites de escalabilidad. A medida que una organización y sus requisitos informáticos siguen creciendo, una nube privada llegará a los límites de su capacidad. En este punto, la escalabilidad vertical se vuelve más difícil, ya que puede llevar bastante tiempo adquirir recursos adicionales y añadir más capacidad.

Sobrecarga de gestión. Las organizaciones son responsables de gestionar la capacidad de una nube privada, lo que añade una sobrecarga adicional a los equipos de TI internos. 

En muchos aspectos, una nube privada parece un centro de datos tradicional ubicado en las instalaciones de una empresa y gestionado por un equipo de TI interno. Sin embargo, existen varias diferencias clave entre las nubes privadas y los centros de datos locales.

Virtualización. Las nubes privadas se crean con tecnología de nube y ejecutan máquinas virtuales que maximizan el uso del hardware para lograr una mayor eficiencia.

Escalabilidad. Las nubes privadas se pueden ampliar fácilmente, lo que permite a los usuarios añadir servicios cuando sea necesario.

Autoservicio. El cloud computing de nube privada permite a los usuarios acceder a los recursos informáticos sin ayuda de TI.

Acceso más amplio. Con una nube privada, los usuarios de toda la organización pueden acceder a los recursos informáticos según sea necesario.

Uso medible. En una nube privada, los equipos de TI pueden medir fácilmente el ancho de banda, el almacenamiento y varias cuentas de usuario para asignar los recursos de forma eficaz.

Una nube pública crea un depósito de recursos informáticos compartidos, como servidores, almacenamiento y servicios de red, que pueden residir en cualquier parte del mundo. Las nubes privadas crean depósitos de recursos compartidos mediante hardware controlado exclusivamente por una organización. Mientras que las nubes públicas ofrecen una mayor escalabilidad y permiten a las organizaciones pagar solo por los recursos informáticos y el almacenamiento en la nube que consumen, las nubes privadas ofrecen un mayor aislamiento y personalización para más tipos de cargas de trabajo.

Una nube híbrida es una combinación de servicios de nube pública y nube privada. Una nube híbrida permite a las organizaciones elegir el mejor entorno de nube para aplicaciones y cargas de trabajo individuales. Las organizaciones pueden optar por mantener las aplicaciones críticas para el negocio y los datos confidenciales en una nube privada, mientras utilizan una nube pública para acceder a las aplicaciones de software como servicio (SaaS), almacenar datos empresariales no críticos y abordar las ráfagas de cargas de trabajo o los picos de demanda. Las herramientas de coordinación y gestión de la nube permiten a los equipos de TI mover cargas de trabajo sin problemas entre los dos entornos para mejorar el rendimiento, reducir los costes, garantizar el cumplimiento de las normativas y cumplir los requisitos de seguridad.

Un entorno multinube es una combinación de dos o más servicios de nube pública. Un entorno multinube híbrido incluye una nube privada junto con varias implementaciones de nube pública.

Entotno local. Las nubes privadas “locales” se implementan dentro del centro de datos de una organización. La organización debe aprovisionar el hardware y las instalaciones de alojamiento (incluido el espacio, la electricidad y la refrigeración) para la plataforma en la nube, y los equipos de TI internos suelen mantener la arquitectura y las operaciones de la nube. Por este motivo, las nubes privadas locales suelen implementarlas grandes empresas que ya cuentan con una gran experiencia técnica e infraestructura.

Alojada. Una nube privada alojada se maneja desde un centro de datos fuera de las instalaciones de una organización. La organización proporciona el hardware y gestiona la configuración y la gestión, pero la operación de alojamiento la proporciona un proveedor de servicios.

Gestionada. Con una nube privada totalmente gestionada, la organización externaliza la gestión de las operaciones de nube a un proveedor externo. El hardware y las instalaciones de alojamiento pueden existir en las instalaciones de la organización o en un centro de datos operado por el proveedor de servicios gestionados.