Hay dos grandes motivos de preocupación: la enorme cantidad de contenido que se extrae y el uso que se hace de ese contenido una vez extraído. En primer lugar, aunque usted decida ofrecer públicamente una gran cantidad de contenido en sus páginas web, hay una diferencia considerable entre que un consumidor busque cuánto cuesta su producto en su sitio de comercio digital y que su competidor extraiga todo su catálogo de productos para asegurarse de que sus precios son siempre un poco más bajos que los suyos. En segundo lugar, al margen de las razones competitivas, hay muchas formas de utilizar el contenido extraído para hacerle daño. Por ejemplo, los falsificadores deben hacer que sus productos falsificados parezcan lo más realistas posible, y para ello pueden utilizar las imágenes de sus productos, las descripciones, el logotipo, etc.