Tenga cuidado con la marea: los ataques inundan los servicios financieros
El sector de los servicios financieros es una de las piedras angulares de la economía mundial, ya que impulsa el crecimiento y el desarrollo. No obstante, su importancia crítica lo convierte en el principal blanco para los atacantes. Estos atacantes incluyen grupos de ransomware cuyo objetivo principal es obtener beneficios financieros (por ejemplo, CL0P, LockBit) y hacktivistas que se centran en interrumpir los servicios de instituciones financieras con posibles vínculos políticos (por ejemplo, BlackCat [ALPHV], REvil). El impacto de sus ataques puede tener un largo alcance y poner en riesgo la confianza en el sistema financiero global.
Dadas estas circunstancias, estamos observando una creciente oleada de ataques al sector de los servicios financieros, desde bancos y procesadores de pagos hasta empresas de inversión y de tecnología financiera (fintech).
Hemos descrito este panorama de amenazas y analizado lo que las organizaciones de servicios financieros pueden hacer para protegerse en el nuevo informe sobre el estado de Internet (SOTI), Contra viento y marea: tendencias de ataque a los servicios financieros. Entro otros, el informe incluye los siguientes datos clave:
El sector de los servicios financieros recibió el mayor número de ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS) de capa 3 y 4. Las tensiones geopolíticas, como las guerras entre Israel y Hamas y Rusia y Ucrania, han impulsado el aumento de las actividades hacktivistas.
El creciente uso de los servicios digitales y de API, en concreto de API en la sombra sin documentar, ha ampliado la superficie de ataque, por lo que las instituciones financieras son más vulnerables a ataques DDoS de capa 7.
El sector de los servicios financieros es uno de los principales objetivos de los programas de suplantación de identidad de marca y de phishing. Los sitios web de phishing representan el 68 % de los dominios sospechosos que suplantan a instituciones financieras, lo que lleva al aumento del robo de identidad y de usurpación de cuentas.
Objetivo principal de los ataques DDoS
Por segundo año consecutivo, el sector de los servicios financieros tiene una ventaja destacada sobre otros sectores en cuanto al número de ataques DDoS de capa 3 y capa 4 (capas de redes y transporte; Figura 1).
Las tensiones geopolíticas y las actividades hacktivistas resultantes han desempeñado un papel fundamental en el aumento de ataques DDoS. Por ejemplo, existe una concentración de ataques dirigidos a bancos europeos con vínculos con Ucrania, supuestamente lanzados por ciberdelincuentes prorrusos.
También se ha producido un reciente brote de hacktivismo DDoS entre las instituciones financieras de Oriente Medio, así como un aumento de los ataques DDoS de capa 7. Otro de los factores que impulsan este aumento son los avances tecnológicos que mejoran drásticamente las capacidades de los ataques DDoS, incluidas las botnets de máquinas virtuales.
Además, la superficie de ataque se está expandiendo debido al creciente uso de servicios digitales y API, lo que aumenta el número de vulnerabilidades que los atacantes pueden explotar. Una de las principales preocupaciones son las API en la sombra no documentadas que a menudo carecen de la protección adecuada. Las instituciones de servicios financieros también están implementando API para cumplir con los requisitos normativos y de cumplimiento en constante evolución, lo que complica aún más la tarea de proteger estos posibles puntos de entrada.
La frecuencia no siempre es igual a la intensidad
Nuestra investigación sobre los ataques DDoS a los servicios financieros revela un dato fundamental: la frecuencia no siempre está correlacionada con la intensidad. Aunque en algunos meses se detectan pocos ataques, los datos correspondientes muestran picos de tráfico significativos, lo que pone de manifiesto la necesidad de tener en cuenta tanto la frecuencia como el volumen al evaluar los ataques DDoS.
Abuso y suplantación de marca
El sector de los servicios financieros está experimentando un aumento del abuso de marca, como el phishing y los programas de suplantación cuyo objetivo es explotar la confianza entre las instituciones financieras y sus clientes. Nuestra investigación reveló que hasta el 30 % de las visitas a las páginas se dirigen a sitios de phising y de suplantación de identidad y marca. Los servicios financieros son el sector más suplantado según el número de sitios sospechosos supervisados por Akamai.
La aparición de plataformas y kits de herramientas de phishing como servicio ha reducido la barrera de entrada de los ciberdelincuentes, lo que ha aumentado la escala y la magnitud de los ataques de phishing contra los servicios financieros y sus clientes. De hecho, el 68 % de las páginas de phishing identificadas entre agosto de 2023 y julio de 2024 estaban dirigidas a instituciones financieras y a sus clientes (Figura 2).
El abuso de marca puede dar lugar a diferentes actos delictivos, como el robo de identidad y la usurpación de cuentas. Las organizaciones pueden sufrir pérdidas financieras considerables debido a daños en la reputación, problemas legales y de cumplimiento, e incluso pérdidas de ventas a causa de la falsificación de productos. El alarmante número de sitios web fraudulentos que imitan a instituciones financieras legítimas y la velocidad a la que los atacantes crean nuevos dominios después de que se desactiven los originales son especialmente preocupantes.
Cumplimiento y resiliencia
El informe SOTI incluye una columna de invitado escrita por Teresa Walsh, directora global de Inteligencia del Centro de Análisis e Intercambio de Información sobre Servicios Financieros (FS-ISAC), que pone de relieve la necesidad de mejorar el cumplimiento y la resiliencia operativa frente a las amenazas actuales. Las nuevas normativas, como la Ley de resiliencia operativa digital (DORA), y las directrices actualizadas de la Comisión de Valores y Cambio (SEC) amplían la necesidad de implementar un enfoque integral de la ciberseguridad en los servicios financieros. Este implica identificar y priorizar los riesgos materiales, incorporar el resultado en los marcos de gestión de riesgos de la organización y garantizar la existencia de planes sólidos de respuesta a incidentes.
Walsh señala que una estrategia proactiva es esencial para garantizar la resiliencia operativa y mantener la confianza de los clientes en un panorama de amenazas cada vez más volátil.
Enfrentarse a la oleada
Es esencial adoptar un enfoque polifacético para proteger las instituciones financieras del aumento de las ciberamenazas. El informe SOTI incluye algunos consejos prácticos para reducir los riesgos que plantean el phishing y la suplantación de marca, los ataques DDoS y el ransomware.
También destaca la importancia de aplicar un marco Zero Trust para que la estrategia de seguridad sea resiliente. Este enfoque se basa en el principio de que cualquier solicitud de conexión, usuario o dispositivo son potencialmente peligrosos. Al eliminar la confianza implícita y aplicar la verificación continua, el acceso a los recursos se deniega de forma predeterminada a menos que se autentique y autorice. Además, Zero Trust evita el movimiento lateral dentro de la infraestructura mediante la segmentación y la microsegmentación, lo que reduce el posible "radio de alcance" de un ataque para proteger los datos confidenciales.
Comprender la amenaza es el primer paso
La tendencia a digitalizar las interacciones con los clientes seguirá aumentando en el sector de los servicios financieros, al igual que lo harán las ciberamenazas que intentan aprovechar estas interacciones. La implementación de estrategias de mitigación eficaces es crucial no solo para proteger una institución y a sus clientes, sino también para garantizar el cumplimiento de las normativas. Comprender plenamente la naturaleza y el alcance de la amenaza es un paso esencial para sortear la creciente oleada de ciberamenazas.
Más información
Lea la historia al completo: Descargue nuestro nuevo informe sobre el estado de Internet (SOTI): Contra viento y marea: tendencias de ataque a los servicios financieros.